Katia Todorov
Adormecido En El Mundo Del Arte, Louis Mendrisse Descubrió Muy Pronto, Con Su Padre, La Pasión Por La Pintura Y La Escultura.
Después De 10 Años En Su Taller De Montmartre, Reivindica Un Estilo Muy Surrealista Y Onírico.
En 1987, Intentó Un Experimento En El Sur De Francia, En El Sur De Francia. Aix En Provence, Donde Los Encuentros Felices Lo Expondrán; Bruselas, Nueva York Y Los Ángeles.
Pero Su Amor Por París Lo Devuelve Al Corazón Del Marais. En 1993, Instaló Su Taller: Este Hermoso Espacio En El Centro De París Le Permitió Fidelizar A Una Clientela Cosmopolita, Primero Intrigada, Luego Seducida Por Su Estilo Y Sus Personajes Realistas Atormentados O Atormentados.
Más Tarde, En 2005, Tuvo Una Revelación Para El Tango, Y Esa Pasión Devoradora Dio Origen A Su Carrera. Lienzos Muy Vivos, Cuyos Gestos Reflejan Sutilmente La Obra Del Artista. Esta Comunión Que Sólo La Danza Puede Proporcionar: Tacones De Aguja, Parejas Entrelazadas, Concentración Extrema En Los Rostros De Sus Personajes: Un Abandono De Sí Mismo, Que Muy Rápidamente Seduce A Su Clientela: Un Encuentro Muy Personal Con La Melancolía, Su Melancolía...
Mendrisse Sabe Dotar De Misterio A Sus Cuadros, Aunque No Parece Querer Separarse De Sus Personajes, Que No Son Sólo Seres, Sino Espacios De Emociones Y De Historia, Momentos Recordados Que Se Abren Al Infinito…
A Través De Las Ventas Públicas, También Llega A Los Conocedores Que Aprecian Verlo Evolucionar Entre Los Surrealistas.
El Arte De Louis Mendrisse Reconecta Con Las Verdaderas Raíces De La Creación Artística: Aquellas Que Alimentan La Mirada Con Una Profunda Espiritualidad...
; Katia Todorov