Descubre la obra contemporánea de ALAIN VALTAT
Al principio, Alain Valtat colocó su ojo azul sobre la superficie esmerilada de una cámara japonesa. Se acercó a temas dolorosos y un día decidió entrar en la imagen, en el azul de la óptica de 28 m/m. Luego puso su cuerpo en el mar azul y se alejó del siempre azul. Como en la imagen, se adentró en el mar, observó durante noches enteras las constelaciones cuyos nombres, como buen marinero, conocía... Luego regresó a la ciudad y colocó este azul, el de estos ojos, los del mar, los de las cámaras esmeriladas. Un día, ¿cómo? (sólo él lo sabe) atrapó un fragmento de meteorito y lo incrustó en el lienzo pintado. Los fragmentos se volvieron demasiado pesados, los colocó sobre bases e inventó otras nuevas. ¿Y por qué no pintarlos? La corteza terrestre está compuesta por un 5% de hierro. Alain decidió hacerse cargo de este porcentaje. Para darnos estas estrellas de hierro. OG / París / Noviembre 1992