Descubre la obra contemporánea de Alecse
Alecse (nacido como Alexandre Jardel-Agrikoliansky) es un artista visual francés y fundador de Myretroposter.com, conocido por sus distintivos pósteres de viajes de inspiración vintage, publicados en ediciones limitadas. Hijo de un reconocido arquitecto y pintor, cuya obra fue elogiada por Vasarely como "surrealismo óptico", Alecse creció en París rodeado de arte, antes de forjar su propia trayectoria creativa, que fusiona la narrativa, la fotografía y el diseño.
Su estilo único combina fotografía, elementos dibujados a mano y acuarela digital para capturar el alma de ciudades, paisajes y joyas ocultas de todo el mundo. Cada póster es un homenaje nostálgico y artístico a un destino, producido bajo demanda en tiradas exclusivas y limitadas. Con más de 125 países ya representados, la ambición de Alecse es crear al menos un póster para cada nación del planeta.
Tras trabajar como director creativo en comunicación de eventos, Alecse dejó París para instalarse en Sri Lanka, donde dirigió un hotel boutique y comenzó a desarrollar su estilo característico de póster. Actualmente vive y trabaja en Sitges, España, con su esposa Charlotte —también artista— y sus dos hijos. Juntos, abrieron La Galerie by Myretroposter, una vibrante sala de exposiciones dedicada al arte accesible, las historias de viajes y la alegría de decorar con un propósito.
Viajero de toda la vida, surfista y amante del diseño y la exploración cultural, Alecse también crea pósteres por encargo para clientes privados y empresas, fiel a su visión: crear arte significativo y atemporal que despierte la pasión por viajar y las emociones.
Mi enfoque artístico se basa en la creencia de que cada lugar tiene alma, una atmósfera única que me esfuerzo por capturar con sensibilidad. Me inspiro en mis viajes, recuerdos personales y los códigos visuales de los carteles de viajes antiguos para crear obras que cuentan una historia. Mi proceso combina la fotografía, el dibujo a mano y la acuarela digital en un equilibrio entre técnica e intuición. Rechazo deliberadamente el hiperrealismo: mis carteles no son nítidos como las fotos de alta definición, sino ligeramente difuminados, como recordamos los lugares. Nuestros recuerdos no retienen cada detalle, sino impresiones, como una pintura puntillista donde la mente conecta los puntos. Este enfoque suave abre espacio a la interpretación e invita al espectador a proyectar sus propias emociones en la imagen. Cada cartel se convierte en una pieza de poesía visual, una evocación íntima y onírica de un destino, diseñada para despertar la imaginación, despertar la nostalgia e inspirar viajes.
