
Descubre la obra contemporánea de Caroline-C27

Siempre he dibujado y practicado las artes plásticas. En la secundaria, animado por mi profesor de arte, consideré estudiar bellas artes. Mi familia cambió de residencia y no tuve la oportunidad de realizar este sueño, que no era lo suficientemente serio, y que dejé de lado. La vida continuó, estudié derecho y comencé una actividad en recursos humanos. En 2006, realicé una evaluación de habilidades y me di tiempo para reciclarme en arteterapia. En 2012 me gradué de la Universidad París Descartes y del Hospital Saint Anne.
Paralelamente a esta reflexión sobre mi profesión, he avanzado en mi trabajo artístico. Alentado por mis seres queridos, retomé poco a poco mi práctica y en 2002 entré por la puerta del estudio de un artista. Luego me uní al taller de Wallerand en la asociación de arte contemporáneo art27 en París Marly le Roi, donde trabajé varios años. Así fui cruzando poco a poco el umbral de « pintor del domingo” a eso de asumirme como «artista”. Me incorporé a la Casa de Artistas y a partir del año 2006 comencé a exponer y vender mi obra plástica. Sigo involucrada en la asociación art27 pero hoy trabajo principalmente en un taller que monté en mi casa hace más de 7 años.
Quiero experimentar, jugar, estar en movimiento. Querer dar sentido, conectar, tejer con las vivencias realizadas. Así resumiría mi camino. Artista Visual/Materialista, dialogo con la materia y reflexiono sobre los cuerpos. Mis producciones varían mucho en las técnicas utilizadas porque me gusta experimentar y vivir las sorpresas del juego visual. El acto de creación es para mí un verdadero espacio de libertad. El material, los colores, las formas me conectan con el mundo, con el mundo tal como lo siento. Mi investigación me ha llevado a menudo al mismo cuestionamiento del cuerpo. El hombre en su materia. Envoltura, ¿capullo de protección o lugar de sufrimiento y confinamiento? El cuerpo que se expresa más allá de las palabras. El ser en sus sentimientos, la soledad, la tristeza, el sufrimiento. El cuerpo, frágil, que se dobla, a veces se funde en la materia. Una fusión de elementos, la búsqueda del equilibrio. También cuestiono el rastro dejado en el taller. Pasando de « juego”, al « Yo... ¿Podría ser este mi proceso? En cualquier caso, en las artes plásticas, siempre es un encuentro para mí. Un trabajo de lo sensible que invita a la autoconstrucción. Y así fue natural que también iniciara una reflexión sobre el retrato. Este tema, ampliamente explorado en la historia del arte, plantea de hecho la cuestión del hombre y su identidad. Ya sea figurativo o abstracto, el retrato revela lo íntimo. Del retrato de un sujeto, pasé al de un momento, de un momento vivido que buscamos comprender. Preservar. Un trabajo sobre el paso del tiempo, la cuestión de la presencia/ausencia. Volvemos al rastro. Cuerpo tocando/tocado. Quizás también la búsqueda de una magdalena para compartir... Representación, rastro o máscara del ser, sigue siendo un encuentro. La oportunidad, de una actualización desnuda de lo que es « Invisible”. Pongámonos a cada uno de nosotros cara a cara con nuestra relación con los elementos; contribuir a la obra y ofrecer una interpretación, dejar la libertad a la mirada de los demás. No importa si encaja con lo que quería expresar. La obra coloca naturalmente a cada uno de nosotros cara a cara con nuestra relación con el mundo. Me gusta este intercambio de percepciones que me da otra perspectiva y ayuda a que mi trabajo avance.