Descubre la obra contemporánea de David Oppenheim
Pintor atípico y anárquico, nacido en el sur de Francia el 27 de noviembre de 1937. Dotado de una personalidad muy fuerte, Oppenheim pasará su vida buscando la inspiración en los diferentes rincones del mundo. Su vida estará llena de viajes, aventuras y experiencias que alimentarán una evolución constante de su pintura, dando lugar a que sus trayectorias se dibujen en relación a sus encuentros. Al comienzo de su carrera artística, en 1959, y también durante 1960, expone en la galería Merenciano y en la galería Nègre, las cuales lo apoyarán organizándole varias exposiciones. Es en 1968 cuando empieza a viajar, y cada encuentro, cada destino, serán ocasiones aprovechadas para dar a luz nuevas exposiciones; en primer lugar en México City, en la galería Peganin's, después en Londres y, por fin, en Alemania, en la galería Kundst-Amendt. Después, en Aix La Chapelle, conoce a un rico industrial que se apasiona por su pintura y le instala un estudio suntuoso en su fábrica, lo que da lugar a que las exposiciones se multipliquen en 1971, sobre todo en la galería Siebel y en la galería Glaüb, donde tendrán lugar las más importantes. En 1972, participa en otro encuentro excepcional en Florencia, en casa de Franco Bettazzi , quien se enamora del estilo Oppenheim y le pide pintar exclusivamente para él durante nueve meses. En 1973 de vuelta a Francia, se organiza una nueva exposición en la galería Beauvois, París. En 1974, en homenaje a Léo Ferré, compone 43 dibujos para la salida del disco “Il n’y a plus rien”; estos dibujos serán comprados inmediatamente por un coleccionista de Texas que le pide realizar 10 litografías que formarán parte de un “coffret” titulado “Obsessión”. En 1975, mantiene un encuentro con Bob Dylan, quien viene en su búsqueda a la Alta Saboya, donde Oppenheim reside en ese momento, y le pide ilustrar la caratula de su disco “Blood on the Tracks”, naciendo entre ellos una amistad que les lleva a visitar juntos Francia entera. Entre 1976 y 1981, las exposiciones se encadenan entre Francia y Alemania donde es especialmente apreciado. El período 1981-1985 dará lugar a nuevos trabajos donde realiza frescos gigantescos y paredes pintadas sobre la fachada del teatro Toursky en Marsella y el techo del teatro de Salón de Provence. Crea en París un enorme fresco de 200 m2. En 1990, de vuelta a la región Marsellesa, conoce a un ilustre cirujano muy influyente que le brinda su amistad y es en Córcega, en casa de éste, donde pinta una parte importante de su obra. En 1992 y 1993 realiza otras exposiciones, particularmente en Marsella, en la galería Sylvestre y en Paris, en 1994, en la galería Elysée-Matignon. Tras unos años de replanteamientos y reflexión, se casa de nuevo y se instala en el sur de España, donde vuelve a retomar los pinceles.