Descubre la obra contemporánea de jarflo
À acerca de
La escultura en piedra es mucho más que una simple manipulación del material. Es un diálogo íntimo entre el artista y la piedra, una exploración de la forma, la textura y la esencia misma de este arte ancestral. Florence Jarrige encarna esta armonía entre el artesano y la piedra, fusionando la creatividad de con belleza materia prima de este material milenario.
Su pasión por la piedra arraigó en el corazón mismo de su familia, donde La geología era una fascinación compartida. Florencia, que exploraba las canteras de piedra de Borgoña desde muy joven, desarrolló una profunda conexión con este material. Fue en estos paisajes únicos donde sintió esa atracción visceral por transformar la piedra en obras de arte.
Su viaje artístico la llevó desde tierras francesas hasta Estados Unidos, donde realizó ella perfeccionó su arte para la eminente institución de Elizabeth Ney, en Austin, Texas. Un regreso a Francia marcado el inicio de la formación en "talla y ornamentación de la piedra", y colaboraciones apasionantes en la restauración de los calvarios bretones.
Florencia se cruzó en sus caminos El camino de los Compagnons du Devoir, una oportunidad. notable que enriqueció su carrera artística. Su compromiso con la restauración de catedrales y castillos históricos ha pulido su experiencia, fusionando tradición y creatividad.
Desde 2012, Florence Jarrige está afiliada a la Maison des Artistes, subiendo las escaleras de su propio estudio. Un lugar de creación donde presenta sus obras en diversas exposiciones, participa en simposios y colabora con otros escultores. Su enfoque artístico es una búsqueda incansable por trascender los límites de la materia, ofreciendo obras atemporales que cautivan y despiertan los sentidos.
Cada escultura en Florencia es una historia en sí misma, una invitación a explorar; Descubra nuevos horizontes, conservando al mismo tiempo un toque de misterio atemporal. Su capacidad à para liberar la esencia oculta de la piedra y para darle vida a la vida formas únicas es testimonio de una fusión mágica entre inspiración, dominio técnico y pasión inquebrantable por este arte inmemorial.
1 Éestudiar el material: El primer paso en mi enfoque creativo consiste en Estudia la piedra con atención. Observo sus características, su textura, su color y su veta para comprender su potencial y sus límites.
2 ÉEscucha y siente la piedra: Antes de empezar a esculpo, me sumerjo en la piedra. Lo escucho, siento su solidez, su densidad, su resistencia. Me dejo inspirar por sus formas naturales y sus imperfecciones que tal vez se conviertan en los cimientos de mi creación.
3 Búsqueda de inspiración: La inspiración es una búsqueda del mundo interior, de lo inmaterial, la búsqueda de una verdad verdadera. más allá de de lo visible, se encuentra en todas partes: en personas, lugares, emociones y experiencias. Es esta magia sutil la que transforma la rutina en algo excepcional, lo ordinario en una fuente de asombro.
4 Dibuja mentalmente: antes de empezar a dibujar; Esculpo físicamente, visualizo mentalmente mi creación. Dibujo los contornos de mi proyecto, imaginando las formas que emergen de la piedra, sin dejar de estar abierto a lo inesperado que el material podría revelar.
5 Empezando a esculpir: Cuando empiezo a esculpir; Cuando trabajo la piedra lo hago con respeto y delicadeza. Cada gesto, cada golpe de tijera, es intencionado y preciso, buscando liberar la esencia oculta de la piedra en lugar de obligarla.
6 Diálogo con la piedra: La piedra responde a mis gestos, a veces con feroz resistencia, a veces con sorprendente dulzura. me adapto a sus reacciones, dejando que gradualmente emerja la forma que tengo en mente integrando las características únicas de la piedra.
7 Refinar y pulir: Una vez que se revela la forma principal, refine cuidadosamente los detalles. Cada golpe del cincel contribuye a especificar las líneas, para suaviza las curvas, revelar la delicadeza y la belleza de escondido en la piedra.
8 Finalizar y contemplar: Finalmente, cuando la escultura toma forma, doy un paso atrás para observarla desde todos los ángulos. Lo pulo para revelar su brillo natural, dejando que la luz baile sobre sus superficies.