
Descubre la obra contemporánea de Maryline Pomian

Exposiciones personal
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2020
– Au temps des ecchymoses en flores : Espace Pierre de Grauw, Pont-Scorff
2018
– Viajes célestes : Musée de l’archerie et du Valois (Art sacré;), Crépy en Valois
2015
– Autrement dit span> : Centro de Arte Lucien Prigent, Landivisiau
2014
– Le Parcours St Germain - 12 ème édition
– E(n) tre terre et ciel : Le Passage Sainte-Croix, Nantes (dúo)
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2012
– ARTE EN PAPEL // INTERACCIÓN : CAMPREDON – ndash; Centre d’Art, l’Isle-sur-la-Sorgue (dúo)
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2011
– Mères, filles et leurs aïeules: Galerie d’Art Municipale, Mourenx
2009
– Et d’ineffables ventilaciones m’ont ailé par instantes : Galerie Nathalie Béreau, Chinon
2008
– Comando para Van Cleef & Arpels: París, Tokio, Nueva York strong>
– Escultor l’air : 6, Mandel, París
2007
– Du papier, du bois… : Saint-Pierre des Minimes, Compiègne (dúo) – Reminiscencias: Château de Laréole, Haute-Garonne
2005
– Espacios poéticos : Abbaye d’Alspach-Kaysersberg
2002
– Des ombres blanches< /span> : Centro multimedia Saint-Exupéry, Reims
– Galerie Teissèdre, París
– Tótems y sombras blancas : Galería Luniverre, París
2001 < /h2>
– Matière< /span> : Galerie Commines, París
– la Légè ;reté, la Ligne, le Trait : Centre d’Art Passerelle, Brest (trío)
1999
– Musée-galerie de la SEITA, París
– Maison des Arts de Créteil: Festival internacional de películas de mujeres
Festival Salir
1998
– Galerie Asaco, Vilanova i la Geltrù, Barcelona
1989
– Guijarros en un zen Jardín: Powell Street Gallery, Melbourne
1986
– Nómadas : Galería de reconocimiento, Melbourne
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Maryline Pomian es poeta. El título de sus obras así lo atestigua: « Voyage celeste», « les Umbilicales » ;, «dormant< /em>». Su trabajo visual es escritura no verbal: una escritura vibratoria.
Esculturas, pinturas en relieve, instalaciones in situ, cualesquiera que sean las formas y presentaciones de las obras, hay constantes: equilibrio de vacíos y volúmenes, exigencia de simplicidad, ;fi ô que dificil Señalar la importancia de la luz que da protagonismo al juego de sombras, que permiten la percepción de una realidad. impalpable, intrínseco a el que vemos: una realidad fantasma.
Pomian posee el arte de combinar la inteligencia de la mano y la agudeza de la mano. a través de la mirada, uniendo opuestos, un regalo que genera obras tan sensuales y ligeras como conceptuales y rigurosas. Su minimalismo está libre de cualquier frialdad, lo humano está presente allí. Lo sentimos, lo sentimos, su obra nos conmueve, frágil y poderosa.
Poderoso porque es frágil. La obra manifiesta su presencia, en silencio, de forma muy sencilla. Nunca se entromete en los lugares que le acogen, aunque siempre están llenos de historia. la imponente arquitectura: castillos, abadías, centros de arte, museos o simplemente galerías.
El arte de Pomian refleja la artista que es. En una búsqueda de anulación de sí misma, se pone enteramente al servicio de la creación. Asimismo, las obras se ponen al servicio de los espacios que habitan, se impregnan del espíritu que de ellos emerge, se hacen sus mensajeras. El entorno y el contenido se potencian mutuamente. Existe una hierogamia.
En estos universos que ella crea Basado en obras antiguas y/o creadas para la ocasión, unidos por un hilo narrativo asertivo, el espectador es el rey. Lo imperceptible es significativo, lo no revelado. omnipresentes, las obras dialogan entre sí y con el lugar, condiciones propicias para que en el espectador surjan visiones y recuerdos singulares, para que se desarrollen historias. ; Objetivo conseguido y recompensa para el artista cuando se da rienda suelta a la imaginación del público.
Entre los materiales pobres que utiliza, y que tiene cuidado de no distorsionar (sin hacer trampa con ella), el papel El cigarrillo está a su favor. Grado cero de materia, inframateria, lleva en sí latente la idea de su desaparición. De hecho, se convierte en una metáfora de nuestra finitud. “Los materiales que utilizo hacen que mis obras sean memento mori” nos dice el artista. Tanta pureza, consuelo, tanta vulnerabilidad. Sin embargo, no transmiten ninguna morbilidad. Al contrario, la emoción que nos embarga sólo se multiplica por diez.
El tiempo, que trabaja sobre ella y que ella trabaja como cualquier otro material, está de hecho en el corazón de su arte. Ciertamente, crea para y en el Espacio, pero para inscribir en el Tiempo, eterno y evanescente, paradójico, una dimensión subliminal del cuarto yo que permite emerger lo indecible; el misterio: palabra clave en su trabajo. Se codea con lo secreto, lo sagrado, suscita asombro o terror sagrado ante lo que escapa al conocimiento. comprensión.
Cara a cara En esta vertiginosa inconmensurabilidad, la vida humana parece muy insignificante, oh tan fugaz, sin mucha sustancia. Y nos sumergimos en la angustia, en la desesperación. Aquí es donde que la obra de Maryline Pomian se convierta en salvación, nos abra un camino. Porque ella misma conoce abismos, terrores y turbulencias. Estos mismos que compartimos, que ella traspuso al nivel artístico. Al enfrentarse a sí mismo con materiales insignificantes y sin valor, ¿no logró encontrar significado en ellos? &Una tumba; ¿Transmutar, como el alquimista, lo innoble en algo noble, tanto más precioso y apreciable cuanto que es efímero y perecedero? Lo mismo ocurre con nuestra vida, con su cuota de dudas y temblores.
Dudas, temblores... resplandor: que encontramos en Rothko, Giacometti y Brancusi, artistas a los que obviamente sitúa en la cúspide de su panteón.
OlympiAnne Riam, marzo de 2024